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Si hablamos de presentar texto en pantalla, soy de los que prefieren evitar los fondos blancos y tengo mi sistema configurado para que aparezca un discreto gris en su lugar. Lo prefiero estéticamente pero además tengo la sensación de que mis ojos lo agradecen.
Sin embargo, navegando tengo que sufrir la sorprendentemente enorme cantidad de sitios que ven degradado su diseño por no tener en cuenta aquellos con mis preferencias. Bien es cierto que no pasa con Firefox (que superpone sus propias configuraciones) pero sí con mi querido Opera y con el insoslayable MS Explorer (que dicen que sigue siendo mayoritario).
Algunas veces lo mostrado resulta bastante decente, otras el aspecto simplemente se degrada totalmente.
En cualquier caso, seguro que no consigue el resultado buscado por los diseñadores, para lo cual bastaría con añadir un minúsculo atributo de etiqueta HTML de toda la vida.